domingo, 22 de enero de 2012

Por qué voy a votar por Maria Corina? (Osmer Enrique Castillo)

He decidido darle mi voto  a Maria Corina y como pretendo que sea mi acto politico más racional, como aspiro que sea el de la mayoria de los votantes y que no pase como en el 98 que se votó con arrechera a favor de aquel que prometió freir la cabeza de los adecos; considero un acto civico justificar mi decisión, para contrastar argumentos y desafiar la razón por la que se decide votar por uno u otro.

La candidatura de MC rompe estereotipos, quiebra los esquemas y reafirma una verdad cada dia más latente: las mujeres venezolanas, por muchas razones y circunstancias, ha superado al hombre respecto a sus aspiraciones, su rol en la sociedad,  sus aptitudes, capacidad de emprendimiento y autosuperación. Sin ir muy lejos, 7 de cada 10 hogares venezolanos están siendo tutelados por mujeres, la figura del padre tiende a ser inocua, intermitente o invisible.

Un escaneo por las universidades, empresas, instituciones públicas o privadas, ONGs, etcétera, darán cuenta del posicionamiento de la mujer y la forma destacada como se desenvuelve. En las lides del conocimiento están a la vanguardia.Ciertamente no es que sean incorrompibles, pero hay que reconocer que están sobradas en materia de Moral y Etica.

MC asume una actitud gallarda al entrar al rudo juego de la politica. Aún a sabiendas de que la forma de hacer politica en nuestro país requiere de maquinarias, recursos, negociaciones no siempre transparentes, mucha campaña sucia, mucho vilipendio, mucho medio del Estado al servicio de la mentira y la desalificación; sigue adelante con una  redica no fácil de masticar pero sí muy clara, atrevida y diferente a las propuestas del gobierno y a las de otros precandidatos que se denvuelven mejor entre el guabineo y la demagogia, por aquello de penetrar en el chavismo.

El Capitalismo Popular no debe leerse como fórmula vacía, carente de sustento en la realidad. Resulta que el Capitalismo está más vivo que nunca y arropa la pobre presencia o incidencia de esa cosa entre abstracta y mediocre que mentan Socialismo del Siglo XXI. En el barrio, en la urbanización, en cualquier caserío del país, el capitalismo convive con la estafa comunista  y hasta le da de comer.

Si tomamos como cierto el dato que bien han desarrollado investigadores del Iesa, según el cual Venezuela ostenta el más alto indice de emprendedurismo en la región, entonces se reafirma un hecho incontrastable: en general, la gente quiere superarse valiéndose de sus propios medios y del empeño que emplean en conquistar meta  y objetivos de vida. Y en este dato también la mujer destaca.

Hay una Maria que se levanta bien temprano a hacer empanadas para vender en la esquina, hay una Maria que montó un tarantin para vender ropa en el Mercado Guaicaipuro, hay una Maria que a punta de coser y coser logró montar un taller y emplea a seis costureras, hay una Maria que hace tortas y no te cuento lo bien que le va, están las Marias turcas que venden prendas de vestir, perfumes, ollas, cosméticos, aquellas que se montaron en  una franquicia o que abrieron una posada. En fin, tantas Marias echadas pa´ lante y exitosas  que hay que votar por una de ellas.

Una tarea de titanes que se plantea el Capitalismo Popular es, precisamente, hacer que el camino  al emprendedurismo en lugar de ser un calvario, sea más bien un tránsito alentador, con mucho estimulo, con muchas facilidades y trámites mínimos, sin las trabas caprichosas y corruptas que impone el Estado. Este gobierno, en particular, se ha esforzado sostenida y eficazmente en hacer que el sueño de ser empresario sea poco menos que un pecado y en tal sentido ha dispuesto todo el aparato  gubernamental a marcar, a perseguir, limitar, someter al escarnio a  aquellos que emplean más gente que el gobierno y generan riqueza, vaya paradoja. Peor aún, dada esas políticas son cada vez menos los productos que exportamos, hay cada vez menor oferta de productos nacionales y nos hemos hecho enfermizamente dependientes de las importaciones. A esto se enfrenta el Capitalismo Popular de Maria Corina.

Más allá, ante un estado de cosas realmente lamentable en términos de infraestructuras, instituciones parásitos, la entrega de nuestra soberanía, la corrupción rampante y descarada, un gobierno incapaz de frenar la inseguridad, y más bien promotor de ella, la estafa histórica que significa que un Estado que se hizo hipermillonario quintuplicó la deuda externa, hipotecando a la República y a su futuro, etc., ponen por delante un rumbo desafiante, peligroso y volátil. A eso también se enfrenta el Capitalismo Popular de Maria  Corina.

Como el resto de los precandidatos MC es civil y civilista. Por tanto representa al 99% de la población. Con este militar, es decir un  representante de las minorías, que administra el tesoro público a su antojo  y sus más cercanos colaboradores, muchos de  ellos militares, queda demostrado que no están para gobernar, si acaso están para administrar la guerra o la seguridad de nuestra soberanía, aunque en esto sembraron la duda. Reinstitucionalizar, poner orden en la administración pública y devolver la dignidad a la profesión castrense, son retos impostergables del Capitalismo Popular.

Nos podemos extender más a fin de seguir esculpiendo la nobleza de la oferta de Maria Corina, nada ingenua ni fuera de contexto, para el desconsuelo de quienes la adversan. Hay que concluir diciendo que quien más riesgos ha asumido y quien más contenido ha puesto sobre la mesa ha sido Maria Corina y esos hechos sustantivos merecen el voto duro.

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