jueves, 26 de enero de 2012

Maria Corina debe estudiar (THAYS PEÑALVER| EL UNIVERSAL. 26.01.2012)

En Los Secretos de Saddam (George Sada 2006), se puede apreciar cómo los líderes van poco a poco perdiendo su contacto con la realidad ayudados claro está, de un entorno que por miedo o adulación van formándole su propio escenario en función a mentiras y a medias verdades. Todo hasta llegar al dramático momento en el cual el líder termina profesando su propia realidad. En el libro, el general Sada es llamado por un Saddam Hussein que había ordenado nada menos que bombardear Israel. Si Estados Unidos ataca -dijo- quiero que nuestros 500 aviones y los mil misiles destruyan Israel. El general, que no formaba parte de su Gabinete le dijo: "entiendo su divina sabiduría Sayedi" (forma de referirse a Saddam con sumisión) "Concédame inmunidad para hablar" apelando a la ley beduina, una especie de "por favor no me mate, por lo que le voy a decir".

Saddam quien tenía esa mala costumbre de asesinar a sus más cercanos colaboradores, concedió la inmunidad y oyó iracundo cómo en verdad de los 500 aviones funcionaban unos pocos y que no podían siquiera llegar a Israel. Que sus mil misiles en realidad no llegaban a 90, porque el resto "solo existía en sus discursos". Saddam se hundió en su asiento como décadas antes lo hiciera un Hitler profundamente engañado cuando le dijeron: "esos tanques no existen Mein Führer" y "esas divisiones hace rato que no las tenemos". Saddam, quien había prometido "la madre de todas las batallas" observó con ira a sus colaboradores, que para ese momento enterraban ya aviones en el desierto y mientras otros planeaban entregar al líder a sus enemigos.

Y eso me pareció ver en la Memoria y Cuenta, no es que el líder miente, sino que está profundamente convencido. Uno puede imaginarlo desde un helicóptero diciendo algo como: ¿No notan que hay más ranchos allá abajo?, en efecto, le dicen casi en susurro. Según mi INE hay como 500 mil más que cuando llegamos, y ¿entonces? ¿No es que redujimos en un 80% la pobreza? Y le insisten: Claro Sr. Presidente lo que pasa es que ellos ahora no son pobres, porque es que nosotros tenemos otra forma de medir la pobreza que es mucho más justa. Pero entonces -repregunta el líder- midiéndolo así, tampoco eran pobres con Caldera ¿Pa´qué fue que insurgimos? No Presidente, ahora ellos tienen un producto per cápita del triple de Rafael Caldera, lo dicen hasta sus enemigos de la CIA. ¡Ah, logramos un milagro económico, quintuplicamos la economía en una década! Dijo emocionado el Líder. Bueno no -se vuelve a oír- en realidad solo creció un 30% en 13 años. ¿Entonces cómo es posible, si la población creció un 20% el per cápita debió haber crecido solo un 10%?, ¿cómo logramos triplicarlo? Es que usted no es economista Presidente, debe estudiar un poco más, eso no es tan fácil, porque así como hicimos con la pobreza, también medimos el PIB de una forma más justa. ¿Pero entonces eran o no eran pobres con Caldera? No, con él sí eran pobres -responde otro- con usted no.

¿Y la deuda externa? Pues fácil, para los otros gobiernos era de más del 100% del PIB y para nosotros es apenas el 23%. ¿Pero no hemos triplicado la deuda externa? Pregunta el líder con ansiedad ¿si la economía apenas creció un 30% cómo es posible? Es que es complejo, por eso debe estudiar un poco más la "Paridad del Poder de Compra", con nuestro PIB medido de forma más justa usted solo nos ha endeudado en 100 mil millones ¿ve? Eso solo es el 23%. Pero entonces -pregunta el líder- si hemos crecido un 30%, al ojo por ciento Caldera solo estaba endeudado en un 12% según la Paridad esa o como se llame. No Presidente, él sí estaba gravemente endeudado más de un 85%, mire, lo dice el FMI.

Y así llegó el hombre persuadido de que ya no hay pobres en Venezuela, que no queda ni un solo rancho y que los muertos de cada día a manos del hampa son una invención que produce risa, a dar la Memoria y Cuenta. Profundamente convencido que producimos más que nadie, que nuestra deuda es una minucia y que él y su revolución han obrado un milagro económico. Solo una mano se alzó y le dijo: "entiendo su infinita sabiduría Sayedi" pero.... ¿Esa memoria y cuenta de qué país es?, Ay! María Corina es que usted no entiende, ni está preparada para las complejidades de ser Presidente, usted debe estudiar. ¿Ve?

@thayspenalver tpenalver@me.com

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