domingo, 22 de enero de 2012

Gulnaz y el androcentrismo (Fernando Niño)

Gulnaz es una joven afgana de 21 años que fue violada por el marido de una prima.

Como consecuencia tuvo una hija y la justicia de su país, lejos de defenderla como víctima, le condena a 12 años de cárcel por adulterio. Únicamente la boda con su agresor le puede librar de la condena, aun cuando ella no está conforme con ese lazo. Su propio hermano la amenaza con matarla si ella no contrae matrimonio con el hombre que la violó.

Para algunos es una imagen lejana, pero para otros persiste como un tótem en el fondo de su subconsciente: la mujer no es gente. Desde que el movimiento sufragista británico presentó en el Parlamento la primera petición de voto para lasmujeres en 1832, hasta que se aprobaron las leyes reconociendo ese derecho a las mujeres pasaron 86 años. EEUU en 1918 aprueba la Decimonovena Enmienda, Inglaterra en 1924, España en 1933, en Venezuela en 1947, con el voto universal y secreto.

Además de cumplir con las tareas del hogar, las mujeres han tenido que batallar mucho para ser aceptadas como sujetos políticos en un mundo androcéntrico: para los hombres y por los hombres.

El devenir de la lucha por la igualdad de mujeres y hombres en valor y dignidad ha influido en todos los ámbitos de la sociedad, en el mundo académico, el laboral, el cultural, y el familiar, siendo los 60’s el punto de inflexión, y la década de los 80 como el periodo a partir del cual la presencia de las mujeres se despliega en la esfera política nacional einternacional.

Ver el debate de los candidatos de la oposición democrática, me permite observar las competencias de todos, y en mi opinión, Maria Corina, a quien conozco desde hace mucho y quizás no me haga objetivo, me parece sin lugar a dudas que es la que mejor articula sus argumentos, maneja números, valores y forma equipo. Por supuesto que tiene puntos débiles, pero si debemos escoger "al o la mejor", no tengo dudas de que ella lo es. Sin embargo, al escuchar algunos comentaristas por radio, percibo un profundo sentimiento androcéntrico al no considerarla en serio por ser mujer. Ni hablar de los montajes de video y las patrañas del Gobierno y sus pinchazos descontextualizados y algunos periodistas como Bocaranda, que se hicieron eco de estas tropelías, e inclusive algunos humoristas y periodistas mujeres, que no le perdonan su osadía, ¡madre mía!, de querer representar a los venezolanos. Quizás acepten que Gulnaz debería casarse con su violador, ¿no les parece?

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