domingo, 22 de enero de 2012

Chávez y María Corina (El Impulso. Jorge Euclides Ramírez. 22.01.2012)

El cruce de palabras entre el presidente Hugo Chávez Frías y la diputada María Corina Machado ha despertado pasiones encontradas en las alas radicales del oficialismo y la oposición.

Por una parte denigran de la parlamentaria e incluso solicitan sanciones por lo que consideran un irrespeto contra la figura presidencial, mientras que en el bando contrario celebran su posición como un acto de valentía frente a un hombre que perciben cono un gobernante déspota.

Esta confrontación en la Asamblea Nacional tiene varias lecturas, desde las simplemente humanas inscritas en el ámbito de las emociones básicas de los involucrados, hasta las sistémicas que la vinculan con el choque civilizatorio de dos modelos en conflicto, socialismo y capitalismo.

En el primer nivel nos encontramos con dos personas de muy alto relieve nacional que colisionaron emotivamente. El presidente Chávez en un principio hizo alarde de una deferencia “masculina”, fronteriza con el galanteo, respecto a la diputada María Corina Machado con el objeto de magnificar el perfil de político tolerante y democrático que ha decidido mostrar en sus dos presentaciones en la Asamblea Nacional con motivo de presentar su Mensaje anual. Esta deferencia inspirada en su feminidad  habilitó el rol político de la diputada para intervenir duramente y exponer su rechazo a las expropiaciones calificándolas de robos, término que descompuso anímicamente al Presidente de la República.

Importante destacar este plano de cruce emocional porque pone de relieve cómo el estilo coloquial del Presidente de la República funciona como poderoso instrumento de propaganda exclusivamente cuando tiene carácter unidimensional, sin posibilidad de réplica, pero pierde su efectividad cuando es sometido al doble canal de interlocución. Por ello el Presidente pasó en instantes de la conciliación al orgullo herido, calificando de mosca a quien momentos antes él mismo había rankeado  como probable sucesora suya en la Presidencia de la República.

Pero este plano de interpretación de lo sucedido entre el Presidente y la diputada, rico en posibilidades para publicistas y analistas de imagen, no puede colocar en segundo plano lo medular de la confrontación, como lo es su contenido económico y su impacto en la cotidianidad de todos los venezolanos.

Un ejemplo demoledor puso María Corina para refutar las cifras que estaba suministrando el Presidente. ”Usted habla de un aumento en la producción de leche y para comprarla hemos visto cómo humildes amas de casa llegan a la fuerza”.

Minutos antes el Presidente Chávez había señalado que la producción de leche en el país había subido a dos millones  setecientas mil toneladas por año. Cifra que de ser cierta nos proveería de un suministro medianamente satisfactorio según nuestros niveles de consumo. Por ello atinó la diputada María Corina al colocar un ejemplo donde se evidencia la contradicción oficial entre el discurso y la realidad. Veamos:

Para 1998, cuando las estadísticas oficiales  estaban avaladas por los sectores productivos, la producción de leche en Venezuela era de aproximadamente un millón cuatrocientas mil toneladas por año. Con un rebaño bovino de once millones de cabezas (cantidad que se mantiene sin aumentar desde la década de los sesenta). El promedio de producción por vaca se ubicaba en 4 litros. Para ese entonces el 70 por ciento de la producción nacional  correspondía al estado Zulia, básicamente por el aporte de las cuencas Sur del Lago y Villa del Rosario (Machiques). En su Mensaje a la Asamblea Nacional el presidente Chávez informa que la producción de leche para el 2011 se elevó a dos millones  setecientas mil  toneladas, es decir, al doble de 1998.

El rebaño bovino se mantiene en once millones de cabezas (aunque especialistas como Alejandro Riera Zubillaga, industrial de mataderos y ex Ministro de Agricultura, aseguran que este número se ha reducido ostensiblemente). Producto de políticas agrarias el número de hectáreas para ganadería ha disminuido notablemente, caso concreto en el sector Sur del Lago los ganaderos informan que se han dejado de producir 200 mil litros de leche diarios, mientras que en Villa del Rosario la baja en la producción se demuestra por el cierre de la Planta de Machiques por parte de Parmalat bajo el argumento que no recibían insumos suficientes para mantener su línea de equilibrio.

Con estos datos someros y sin entrar en consideraciones más profundas se hace difícil pensar que este aumento en casi un cien por ciento en la producción de leche en Venezuela se corresponda con la realidad, Para ser cierto tendríamos que haber elevado el promedio de producción por vaca al doble, a ocho litros, algo bien difícil porque implicaría un desarrollo en forrajes que no se ve por ninguna parte, la eliminación de múltiples enfermedades endémicas que más bien se han profundizado y extendido y un mejoramiento genético que el gobierno no ha podido alcanzar y de cuyo fracaso habla por sí misma la auditoria que el propio Presidente Chávez ordenó hace apenas semanas al Centro Genético Florentino.

Y el impedimento más importante para que en Venezuela no se haya incrementado la producción de leche es que no tiene un precio remunerativo para los productores. Esto es vital y es esta condición económica lo que coloca el discurso de María Corina en ventaja sobre el del presidente Chávez. La Economía de Mercado fomenta la producción, el estatismo contrario a los estímulos privados es factor de decrecimiento productivo. Es muy fácil ciudadano Presidente, sin precios adecuados para los productores no habrá incremento en la producción.

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