martes, 24 de enero de 2012

Olvido del Presidente (Editorial El Nacional, 23.01.2012)

El Presidente acusa a María Corina de ser parte de la oligarquía que robó a diestra en el país. Qué lástima que un hombre y un militar desinformado diga semejante embuste. Señor Presidente, revise la historia para que se dé cuenta de que los grandes ladrones de la historia de Venezuela han sido militares, generales y coroneles

Con el paso de los días, el discurso presidencial pronunciado sin memoria ni cuenta en la Asamblea Nacional queda en el recuerdo de la gente como ese gran fastidio de nueve horas y media, totalmente olvidable, que apenas puede ser reivindicado por la fuerza y el coraje de una diputada, María Corina Machado, que le espetó una frase sencilla pero que ensombreció para siempre la presencia del jefe del Estado ante la opinión pública, no sólo por su desprecio al responder a una mujer electa por la voluntad popular, sino porque ella obtuvo inmensa cantidad de votos sin ser financiada por el oficialismo: se lo ganó a pulso y trabajo. Ya quisiera para sí la directiva de la Asamblea Nacional haber contado con tanto respaldo popular para sus máximos directivos que, como todos saben, son el producto del capital político que el Presidente les endosa como si fueran un cheque que nadie puede cobrar sin que atrás esté la firma del financista.

El Presidente acusa a María Corina de ser parte de la oligarquía que robó a diestra en el país. Qué lástima que un hombre y un militar desinformado diga semejante embuste. Hagamos un repaso: Simón Bolívar comercializó militarmente la tierra ofreciendo bonos y tenencias a quienes habían luchado en la independencia, que luego los soldados empobrecidos vendieron, como era lógico, a sus oficiales.

¿No ha sido hoy execrado el general Páez por haber vendido la República si ya Bolívar había abierto la puerta para que nacieran los latifundios militares? ¿Y los hermanitos y generales Monagas, a quienes se les atribuye la libertad de los esclavos cuando todo el mundo sabía que ese modo de producción no era rentable? ¿Y los militares como Joaquín Crespo, y Guzmán Blanco, cuyos empréstitos manejó en Europa con la consabida multimillonaria comisión que fue a parar a sus propios bolsillos, lo cual incluía su entierro en París, como un monarca francés? ¿Y Cipriano Castro? Este personajillo, al cual se le quieren dar aires de antiimperialista, negoció con media humanidad para pagarse todas sus extravagancias usando a Bolívar como escudo.

Y ni se diga del general Juan Vicente Gómez, que poseía 85% de la tierra cultivable y todas las incipientes industrias de Maracay como el Lactuario Maracay y los Telares, el Matadero y el comercio hacia Caracas de los suministros agrícolas. ¿Y qué se puede decir del general Marcos Pérez Jiménez y su riqueza tan grande, que dejó en el aeropuerto de La Carlota maletas llenas de dólares? Señor Presidente, revise la historia para que se dé cuenta de que los grandes ladrones de la historia de Venezuela han sido militares, generales y coroneles; que la oligarquía no se ha llevado ni una cuarta parte de lo que se han llevado los militares protegidos por gente uniformada.

Vale la pena que usted, que tiene buenos contactos con el G-2 cubano, revise el expediente de quienes son sus colaboradores cercanos.

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