jueves, 9 de febrero de 2012

¿QUIÉN TRIUNFARÁ? (Humberto J. Saras G.)

En los comicios que se realizarán este fin de semana, varios aspirantes a la primera magistratura del país, se disputarán la nominación unitaria del bloque opositor para la elección presidencial fijada para el mes de octubre de este año por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
          
Los electores participantes en las primarias tendrán derecho, dentro de una amplia cesta de opciones, de escoger libre y secretamente la candidata o el candidato de su agrado personal, tomando como referente las más recientes cifras aportadas por los sondeos de opinión a nivel nacional, en los cuales aparecen María Corina Machado, Henrique Capriles y Pablo Pérez, liderando las preferencias.
          
La consulta popular, enmarcada en la vocación, valores y principios democráticos del pueblo venezolano, representa, a nuestro modo de ver, un método infalible para seleccionar, en un ambiente de respeto y plena libertad, la aspirante o el aspirante que reúna las mejores cualidades para rivalizar con el candidato del oficialismo.
          
Algunos analistas políticos señalan que, los postulados para el domingo próximo, según los grandes debates televisivos realizados, han expresado que Venezuela tiene un gran potencial para atender a corto o mediano plazo sus grandes prioridades, y que para lograrlo sólo hace falta una mejor gestión pública. Afirman, que el pueblo quiere soluciones, y las quiere ya, lo cual únicamente es posible mediante un plan de gobierno con ideas y políticas claras, no utópicas y confiables.
           
En relación con el posible ganador en las primarias, otros estudiosos y expertos en la materia, comentan que más allá de quien resulte triunfador, está la viabilidad del proyecto político que cada uno presente a consideración de la masa electoral. Creen que la mentira, el discurso alienante y la demagogia política, como estrategias de captación de votos, están agotadas y los candidatos deben sincerar sus propuestas populares, para poder gozar de mayor apoyo, aceptación y credibilidad en los distintos sectores de la población.
          
Es oportuno destacar y reconocer que una inmensa cantidad de electores sin militancia política, entre ellos, miles de trabajadores, profesionales, estudiantes y amas de casa, así como justos defensores del rol estelar y moralizador que puede cumplir la mujer venezolana en cargos de alta investidura, apuestan por el triunfo de María Corina Machado en las elecciones primarias, en virtud de su incuestionable talento político, su capacidad para tomar decisiones, su eficiencia, su firmeza en la exposición de ideas, su nobleza humana, y su recia disposición de trabajar incansablemente por una sociedad de emprendedores, unida y decente, afianzada en su coraje para hacer posible su compromiso con el pueblo.          
Su contundente victoria en la contienda dominical, sin duda alguna, después de su brillante pieza oratoria pronunciada en su cierre de campaña en Maracaibo, como garantizan sus seguidores, no debe entenderse como su segura ascensión a la Jefatura del Estado. Vendrá después una lucha titánica entre ella y el candidato del oficialismo, donde la voz del pueblo, expresada a través del voto libre, secreto y universal, determinará un giro hacia la derecha democrática o la continuación de la actual administración. Habrá que esperar, cívica y pacíficamente, la celebración de la elección presidencial en la fecha prevista por el árbitro electoral, para conocer la voluntad y decisión final de los votantes, la cual, en todo caso, será de aceptación obligatoria  para todos los venezolanos.

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