miércoles, 1 de febrero de 2012

¿Por qué voy a votar Por Maria Corina Machado? (y III) (Osmer E. Castillo)

Ciertamente ha surgido en Venezuela un nuevo liderazgo civil, fresco, renovador, desafiante e innovador. Ya no es tan fácil acusar a la ya vieja IV República de incubar en su seno a los líderes llamados a responder a determinados intereses de grupos o de partidos. Pero, no nos llamemos a engaño, todo el que apuesta o pretende ponerse al frente de los destinos de una nación, de una u otra forma, responde a intereses. Eso sucede aquí y en todo el mundo, ayer, hoy y mañana. Entonces, ¿qué hace la diferencia? El que esos intereses no signifiquen subyugar, usufructuar, robar las expectativas y esperanzas de un vasto conglomerado humano con el único objetivo de empoderar a una élite privilegiada y mafiosa.

Pero, hablando de intereses, y aquí una de las tantas razones que ya he esgrimido a favor de María Corina Machado, finalmente esta mujer arrojada hizo lo que ningún político se ha atrevido a hacer, por lo menos no de esa forma. Ella, MCM, le escribió una carta al verdadero Presidente de Venezuela: Fidel Castro Ruiz. Lo que destaca es cómo lo hizo, con qué moral y con qué gallardía finalmente se le dijo al senil dictador de Cuba y Venezuela lo que nosotros, los anónimos ciudadanos de este país, le hemos querido decir al carcamán comunista que descansa en habitación VIP, que come como un rey y disfruta de los placeres de la vida que a su vez le niega a sus compatriotas cubanos y pretende imponernos, por interpuesta persona, a los venezolanos.

Fidel Castro sabe, en el fondo, que se le pasó la mano con su Frankenstein. Que el experimento inicialmente programado era hacer de Venezuela la tierra firme de la Isla ya no para comercializar la revolución comunista en el resto de la región, sino, más simple y menos utópico, constituir la gran Caja Chica que le da sustento a su régimen. A medias lo ha logrado, a decir verdad, pero el mejor reconocimiento del fracaso de esta empresa es, precisamente, el hecho de que en Cuba la “guagüa va en reversa”, es decir, al reencuentro con el tan detestable Capitalismo.  Mientras su experimento venezolano se embarra en el fango del mohoso socialismo del siglo XXI.

Todo esto cuenta a la hora de votar el 12F y el 7O. Por qué? Ante la estafa tan evidente, vil y descarada hemos descubierto que hay un juego perverso de fondo que consiste en la entrega de nuestra soberanía y que va haciendo mella, lenta y progresivamente, disfrazada de misiones, de provocaciones para la huida o el exilio masivo, de inseguridad fuera de borde, de armamentismo vulgar, de exhortaciones a la guerra o al desconocimiento de resultados electorales, de leyes habilitantes, de penetración de fuerzas de inteligencia de gobiernos de dudosa reputación y de acuerdos ocultos, del manejo discrecional de cuantiosas sumas de dinero, de la evidente manipulación del pobre como escudo ante cualquier amenaza interna o externa, de la superposición de lo militar por sobre lo civil, de medios de comunicación que se autocensuran, de la estrategia de polarización que impida el abrazo entre hermanos, de la discriminación política, de la Lista Tascón, de la goebbeliana estrategia comunicacional que pretende hacer de un minúsculo e infeliz ser humano el Gran Salvador de la Patria, de lo que es evidentemente una componenda ceresoliana que persiste y no ha dejado de ser objetivo en la mente enfermiza de quien la historia recordará como el Más Grande Estafador del que hayamos sido víctimas.

MCM ha sabido articular y difundir un discurso acorde con la denuncia a un régimen que de perpetuarse acentuará las contradicciones, propiciará la lucha de clases y engrosará la chequera de aquellos a los que el poder bendiga, a cuenta del caos y la destrucción.

Pero, más allá, María Corina Machado propone un cambio innovador y, por lo mismo, ambicioso: convertir al Estado en palanca del desarrollo de la iniciativa, de la inventiva y el emprendimiento ciudadano. Del valor del esfuerzo personal, de las ganas de hacerse dueño de un norte propio, de no esperar por migajas de un Estado todopoderoso, de hacer valer los derechos sobre aquello que con esmero y voluntad se ganó en buena lid. En fin, hacer de los factores económicos y sociales la matriz desde la cual Estado y Sociedad confluyen para aspirar a un mejor estado de cosas, a la par de las grandes conquistas que en muchos países han sido posible gracias a una visión moderna, de apertura, con personalidad propia y sin los resabios de viejos dogmas que tanto daño nos han hecho.

MCM representa el tipo de liderazgo que debemos aspirar a merecer.

Osmer Enrique Castillo

1 comentario:

  1. Osmer Castillo hablando de moral y de cuestionamiento a los cubanos, si este personaje ha sido un vividor de este regimen. En los eventos en Fondoim se traía a cuanto cubano podía y que a decirnos que hacer a los venezolanos en materia ambiental, de cambio climático etc... Este personaje nunca le discutió a un ministro para cuidar el puesto... y ahora nos habla de valor, de desinterés, no tiene moral para escribir sobre ello, oportunista que se lleno con este regimen y ahora tiene otra cara...apoyos como de este oportunista no te hacen bien MCM, estas muy por encima de este personaje

    ResponderEliminar