A María Corina Machado, líder indiscutible y fuerza inspiradora que representa a la mujer venezolana
Esta mañana, en mi habitual recorrido de la Autopista Regional del Centro, reflexionaba en torno a lo que representa este domingo 12F para nosotros.
A pocas horas de que llegue ese día tan importante, crucial para el futuro de Venezuela, quise compartir con ustedes las emociones que hoy pasan por mi mente: sentimientos, hechos, experiencias, anécdotas...que han marcado la vida, no solo la mía, y la de mis tres hijos, y la de mi familia, sino la de cientos de miles de personas que en estos 8 meses han interactuado con María Corina, en el trabajo intenso que significa hacer campaña presidencial y además conformar un movimiento ciudadano con presencia en todo el territorio nacional.
Se dice fácil, ¿verdad?
Comencé a trabajar en este equipo -creo que ya se los había dicho- hace poco más de 2 años. He visto crecer este movimiento en menos de 9 meses, en torno a la fuerza de los valores que transmite María Corina. Su empeño, su determinación, su convicción, su insistencia en la excelencia, en hacer las cosas bien, conjugaron a su alrededor un equipo maravilloso, dedicado, entregado a que el producto de nuestro trabajo sea el mejor, diferenciador, marcado por el respeto al intelecto del venezolano, sin falsas chabacanerías ni populismo.
Vivimos cotidianamente la transformación de la gente al escucharla hablar -con su vehemencia y pasión características- del país que "nos merecemos, que siempre hemos soñado y que nunca hemos tenido".
He visto también brillar la esperanza en los ojos de las mujeres, de los motorizados, de los emprendedores de calle, de los empresarios, de los estudiantes...cuando ella se les acerca, les extiende su mano, les brinda su atención, escucha y comparte sus angustias, sus preocupaciones, sus problemas...y lo mejor, cuando les explica cómo vamos a resolverlo, qué es lo que hay que cambiar, por qué estamos en la situación actual, hablando claro, de frente, siempre con la verdad por delante.
María Corina, les decía, ha sabido organizar un extraordinario equipo de trabajo, incansable como ella, que día tras día se ha esforzado en una carrera tremendamente desigual para armar redes, congregar voluntades, sumar, sumar, sumar...en estos meses hemos visitado cada estado de Venezuela, cada municipio, encontrando en cada sitio a otros venezolanos que comparten con nosotros y con ella los mismos valores, y que sueñan como nosotros y como ella, con un país maravilloso en el cual crezcan nuestros hijos, nuestras familias, lleno de oportunidades para todos y prosperidad.
Ha invitado a participar a todos, ha escuchado a los que han ofrecido sus ideas, su conocimiento, su experiencia, ha integrado diferentes modos de pensar, religiones, prácticas
Hoy, somos un movimiento ciudadano independiente que palpita a nivel nacional, con una magnitud que ha preocupado y sorprendido a quienes consideraban que era imposible lograr este objetivo. Un movimiento aglutinado en torno a valores: confianza, libertad, solidaridad, esfuerzo, valentía, mucho amor por Venezuela y mucha más voluntad para dedicar nuestras vidas a transformarla. Un movimiento conformado a pulso, voluntariamente, casi sin recursos, y hemos superado todas esas dificultades exitosamente, surgiendo cada vez más fortalecidos.
María Corina, su liderazgo, su fuerza y su determinación, nos ha congregado en torno a un estilo radicalmente distinto de hacer política, con respeto, transparente, y sin abusos. Hoy en día somos muchos los que hemos recuperado la confianza y la credibilidad en la política venezolana, porque a través de ella, de su entusiasmo y calidez, hemos constatado que es posible hacer las cosas bien, al servicio del país, honestamente.
Por eso confío en ella para que guíe los destinos del país, de este país maravilloso, el mejor del mundo, y al que rescataremos y transformaremos a partir de este domingo 12 de febrero. Ella tiene todas las cualidades, competencias, conocimiento y liderazgo que requerimos para salir de este atolladero. Ella es la única verdaderamente capaz de convertir este deseo, este grito que todos los venezolanos tenemos atragantado en la garganta, de derrotar política y electoralmente al actual régimen el 7 de octubre.
Por eso, mi voto será por María Corina, DURO, tanto que retumbe en todo el país. Y estoy muy segura de que ustedes también harán lo mismo que yo.
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