miércoles, 1 de febrero de 2012

La Paz Malandra. (Isabel Pereira. La Patilla. 01.02.2012)

Tomo este título del padre Alejandro Moreno quien desde adentro de los barrios clama contra la violencia. Este sacerdote define la paz malandra como una situación donde la comunidad protege al delincuente de las autoridades y éste impide que transgresores foráneos perturben a la comunidad.

Es un nuevo contrato social que cubre a catorce millones de venezolanos. Un acuerdo entre una comunidad que acata a sus delincuentes endógenos y reconoce su liderazgo a cambio de contar con un manto protector en sus predios. Son delincuentes que juran no robar ni matar dentro de los límites comunitarios, afuera por supuesto es otra cosa. La gravedad del asunto no obliga a responsabilizarnos con el análisis y búsqueda de alternativas ante esta terrible situación que consume la vida de miles de venezolanos. Al respecto examinemos algunas ideas claves:

  1. La paz malandra es una muestra del fracaso del Estado en garantizar la seguridad, la cual no depende de la patrulla o del policía, sino de la fortaleza de sus jóvenes delincuentes para controlar a las otras bandas que pretendan violar sus territorios.
  2. La policía no sube cerros, pero vive en los cerros, en las zonas más pobres, codo a codo con los capos de las bandas, son vecinos, crecieron juntos. Un policía nuestro es un héroe doble que ante la encrucijada de una vida sin oportunidades decidió estar del lado de la ley, pero sabe que luchará contra algo muy cercano a su hogar y sus afectos. Cuáles factores inclinaron la balanza de estas personas: ¿Convicción moral? ¿Valores familiares, padres trabajadores y honrados, Religiosidad?
  3. Otros guardianes del orden decidieron por la violencia. ¿Que pesó más en su corazón? ¿Un simple vacío de conciencia, el reconcomio contra el maltrato cotidiano de la vida, una escuela mala, una familia sin amor, la miseria, la irreligiosidad o la seducción de los caminos aparentemente fáciles?
  4. ¿Qué pasa en las familias? ¿Cuál es la mirada de la madre ante el hijo que toma este camino? ¿Lo acepta, intenta llevarlo al otro lado o se rinde ante la vida? ¿Quién apoya a esta madre? ¿El padre está ahí para orientar la elección del hijo? ¿Qué muralla de valores, de fuerza puede oponer la familia ante esta tragedia?
Hoy, después de contabilizar 19 mil muertos este año, no queda más que encontrar los caminos para sustituir la paz malandra por otro contrato social humanista, con base en comunidades y familias portadoras de valores, lejos de la predica de la lucha de clases promovida por el actual gobierno, alineados en la acera opuesta con los planteamientos de nuestros candidatos a las primarias y especialmente con María Corina por su defensa de la familia y de las madres venezolanas.

@isapereirap

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